miércoles, marzo 30, 2005

Ooooh, qué pena, estuvo tan cerca...


Bueno, pues ya he vuelto de vacaciones, y lo primero que voy a hacer es hablar de la última película que he visto. Se llama Saw y va de un psicópata realmente cabrón y retorcido...
La verdad es que la historia comienza realmente bien, te engancha muy pronto. Dos personas despiertan encadenadas en una habitación cerrada, un decrépito lavabo, junto a un cadáver. Un psicópata les ha encerrado y quiere que uno de ellos mate al otro antes de una hora determinada... El planteamiento es genial, una auténtica situación límite, y a base de flashbacks se van dando a conocer datos sobre los crímenes anteriores de este psicópata apodado Jigsaw. Poco a poco van descubriendo nuevas piezas del juego que les ha preparado su captor, como por ejemplo dos sierras que no sirven para cortar sus cadenas pero sí pueden servir para cortarse el pie por el que están atrapados...
Sin embargo, a partir del primer tercio de película, realmente brillante, empieza a decaer. La historia personal del médico y la digresión del policía que está a punto de capturar al asesino sólo sirven para ir alargando la resolución de la historia que realmente es interesante, la de los dos tipos encerrados en el lavabo. Nuevos descubrimientos y nuevas sorpresas mantienen aún el interés en esta parte hasta que, en el tercer acto, al guionista se le funden los plomos y hace descender la película hasta las más profundas simas del patetismo. Situaciones y líneas de diálogos realmente ridículas que llegan a provocar, en algún caso, auténticas carcajadas en el público, posiblemente no la reacción que los autores habrían deseado. A ello contribuye decididamente no sólo el guión, más lleno de agujeros a cada minuto, sino también la horrible interpretación de todos los actores, especialmente de Cary Elwes, decididamente mejor actor cómico que dramático. Aunque aún hay un giro final para tratar de conmocionar al público, lo cierto es que ya es tarde: a esas alturas la película ya está hundida. Una pena porque la primera mitad es bastante buena, y, bien llevada, podría haber dado mucho de sí, en cuyo caso estaríamos hablando del nuevo Seven, diez años después. Tal y como está, no es más que una imitación visible pero sin garra.
PSICÓMETRO: 2,5/5 lecters

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