miércoles, septiembre 07, 2005

La crisis

Me siento taaaan deprimida...
(Conversación telefónica mantenida con una amiga ayer por la tarde)
-¿Hola?
-¡Eh, Queco! ¿Qué tal? Te he llamado antes…
-Sí, he visto la llamada perdida. Lo siento, tenía el móvil apagado. ¿Qué pasa?
-Nada, quería preguntarte si sabías qué tal estaba lo de los cortos que ponen en el festival del humor, pero da igual, ya no voy a ir…
-Ah, sí, el Ja-ja Festival...
-¡Porque hoy me he gastado 50 euros!
-Eh…
-¡No, sesenta!
-…
-¡Sesenta y uno!
-…
-¡Sesenta y un euros! ¡Y me siento culpable!
-Bueno, si era en algo que necesitabas…
-¡Sí! He ido a la peluquería.
-Ah, bueno…
-La verdad es que ya tocaba…
-Sí, de vez en cuando…
-Además tenía que hacerme unas fotos para renovarme el carné de identidad, así que he ido a cortarme el pelo, y que me hicieran las cejas, y que me maquillaran.
-Bueno…
-¡¡Y me he gastado sesenta euros!!
-…
-¡Y también he comido fuera de casa!
-…
-¡¡Es el fin de mi cuenta corriente!!
-Bueno, no sé… Tómatelo como que te has dado un capricho. De vez en cuando viene bien hacerse un regalo. Creo que lo decía el agente Cooper, que a veces había que hacerse un regalo por ninguna razón en especial, para… eh… para apreciarte a ti misma, para quererte.
-¡Pero el capricho que necesitaba era ahorrar!
-Bueno, pero…
-¡Necesito seguridad económica!
-Oye, nunca se sabe lo que trae el futuro. Igual estás ahorrando y tienes una emergencia para la que todo lo que tienes no sirve de nada. Igual no has ahorrado nada y mañana te toca la lotería.
-¡Pero sesenta euros, Queco!
-…
-Hoy no voy a poder salir. Me quedaré en casa y me beberé una botella de whisky yo sola.
-Eh… Mejor no lo hagas.
-¡Sesenta euros!
-Bueno, no sé, como los hombres solemos gastamos poco en la peluquería…
-Es que yo suelo ir a una academia de peluquería a cortarme el pelo, pero es que acaba de empezar el curso y no dejan todavía a los alumnos cortar el pelo. ¡Y he tenido que irme a otro lado!
-Bueno…
-Y solía ser muy barato. Por veinte euros salía hecha una reina. ¡Y hoy me he dejado treinta en el pelo, treinta en el maquillaje, y luego las fotos!
-Pero si has salido guapa…
-¡¡¡NO!!! ¡No he salido guapa!
-…
-¡Parezco una mujer de 35 años!
-…
-¡¡¡Son cinco más de los que tengo!!!
-…
-¡¡¡Se supone que tenía que parecer cinco años más joven, no cinco años mayor!!!
-…
-¡¡¡Y ahora tendré que aguantar con esa foto diez años!!! ¡¡¡Estoy muy maaaal!!!
-Bueno, todo el mundo sale fatal en las fotos de carné…
-¡Y luego he ido a comer con una amiga a un buffet libre y me he puesto como una cerda! ¡He comido tanto que la camarera se ha pensado que estaba embarazada!
-¿Lo qué?
-Sí, cuando ya nos íbamos ha venido y me ha preguntado que de cuánto estaba. Yo le he dicho que no estaba embarazada, y se ha quedado blanca.
-…
-¡O sea que parezco una embarazada!
-Eh…
-¡Ha sido el remate final de un día muy malo!
-Pues vaya…
-¡Parezco una maruja!
-Yo creo que exageras… Seguro que estás muy bien…
-¡No! He salido de la peluquería pensando que sí, que estaba muy guapa. Pero luego iba por la calle y sólo me miraban los cuarentones. ¡No me miraba ningún chico de veintitrés años! ¿Por qué no me miraba ningún chico de veintitrés años?
-Bueno…
-¡Aaaaargh! Me siento vieja, Queco.
-…
-¡¡No quiero cumplir más años!!
-Venga, no te deprimas…
-…
-Piensa que los hombres, de treinta o de cincuenta, cuando miran a una mujer no la miran porque tenga 35 años, sino porque creen que es guapa.
-…
-Y, si es guapa, les da igual que tenga cuarenta y muchos que quince. La miran por guapa, no por la edad que tenga.
-…
-Así que si te miran no es porque parezcas una mujer de 35 años, sino porque estás muy guapa.
-…
-…
-Sí, eso me lo puedo creer…
-Claro. Es fácil de creer, porque es verdad.
-Pero sesenta euros...
-No te preocupes por eso.
-…
-…
-Gracias, ahora me siento mejor.
-No hay de qué.
-Da gusto hablar contigo.
-Eh, si me necesitas, ya sabes dónde estoy…
-Sí, tranquilo. Oye, gracias, ¿eh?
-Sí, de nada. Cuídate.
-Sí, tú también, hasta luego.
-Hasta luego.
El inevitable final feliz

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