martes, enero 24, 2006

Directo a video: 8 mm 2 (¿quién dijo que las secuelas tenían que tener algo que ver con las originales?)

La carátula tampoco es que atraiga demasiado
Que esta sección se nutre habitualmente de secuelas de segunda categoría es algo que cualquiera que la haya seguido mínimamente ya sabrá. Películas como Juegos salvajes 3 o American psycho 2. Y las que quedan. Pero yo creo que pocas veces ha visto una secuela como este 8 mm 2. Porque lo que realmente me vuelve loco de esta película es que no tiene nada que ver con la anterior.
Pero nada, nada.
No hay snaff movies.
No hay Nicolas Cage.
Joder, ni siquiera hay una sola película de 8 mm en todo el metraje.
En serio.
Y es que, al parecer, no es una secuela en absoluto. Es una película llamada "The velvet side of hell" (que vaya titulito también) protagonizada por dos fenómenos del Directo a Video, Jonathon Schaech (próximamente en Roadhouse 2, la secuela de aquel bodrio de Patrick Swayze) y Lori Heuring (una rubia un poco sosa pero que podría perfectamente convertirse en musa de esta sección, ya que ha aparecido en cintas del calibre de The In-Crowd, Taboo, Soccer dog 2 y, de próximo estreno, Zombies), que, a última hora, los productores decidieron lanzar como secuela de la película de Nicolas Cage. Es un buen truco, éste. Seguro que "Vientos de agua" hubiera tenido más éxito si la hubieran estrenado como "Farmacia de guardia 2".
La acción se sitúa en Budapest, donde la hija del embajador americano está a punto de casarse con un esforzado joven de esos que se han hecho a sí mismos, de origen humilde y que a base de trabajo y esfuerzo ha logrado un puesto importante en la embajada, pero que es despreciado y humillado por su futuro suegro. Total que la parejita se va a un balneario, allí conocen a una chica a la que se llevan a la cama y se montan un trío. Pero pasado un tiempo les envían unas fotos. Alguien lo ha grabado todo y les chantajea con sacarlo a la luz. Lo que sería malo para la carrera política a la que aspira el tipo.
A partir de aquí empiezan a pasar una serie de cosas sin mucho sentido, con la pareja investigando y persiguiendo a los chantajistas, sumergiéndose en las profundidades del mundo del sexo y el porno (con gran profusión de desnudos femeninos, y por cierto, ¡vaya cantidad de tías buenas que hay en Budapest!), de hecho la protagonista incluso se tiene que desnudar delante de un mafioso ruso mientras su prometido mira (aunque el momento más kitsch de la película es cuando siguiendo la pista de Julie encuentran en un almacén una muñeca de látex hecha a tamaño natural con un molde del cuerpo de Julie, qué risas ver la cara que ponen y cómo se lo piensan cuando el del almacén les ofrece gratis que se lleven lo que quieran...). Y cada vez que encuentran a los chantajistas que buscan aparecen muertos, y además hay un policía que les va persiguiendo. En fin, nada tiene sentido si lo piensas detenidamente, pero la película avanza a buen ritmo y no te da descanso para pensar demasiado. Además te van dando pistas falsas e insinuaciones, que te hacen pensar: ¿Quién estará detrás de todo? ¿Será el padre, será el cuñado, será el hermano maricón? Pero no, al final resulta que es el que pensaste nada más empezar la película.
El caso es que al final los malos secuestran al prometido, la chica paga el rescate y, en una escena bastante estúpida que pretende crear tensión pero sólo sirve como catálogo de viajes de la ciudad de Budapest, ella cruza la ciudad corriendo para salvar a su novio, que lo han "liberado" dejándolo en un sótano envuelto en cuero negro y casi sin aire.
Y si has visto suficientes thrillers de serie B te das cuenta en seguida de lo que descubre la chica en la última escena, cuando ve por casualidad a todos los personajes de la película (la chica, los muertos, el policía, el mafioso ruso) reunirse en el metro con su prometido. Que lo había preparado todo para quitarle su dinero.
Lo que, por otro lado, arregla un poco la película, porque las decisiones más estúpidas e ilógicas de la investigación las toma él. Supongo que para llevar a la chica a donde quiere, claro.
En fin, dentro de lo que cabe no está mal. Las he visto peores.
Y LO QUE HEMOS APRENDIDO HOY ES...: Que Budapest es muy bonita. Que también es el centro del universo en lo que se refiere al porno. Que las húngaras están muy buenas. (Conclusión: ¿a qué espero para irme para allí de vacaciones?) Ah, y que no se puede uno fiar ni de la persona con la que te vas a casar, y que el concepto de secuela varía según la voluntad (y el interés) de los productores.
GENIÓMETRO: 1/5 ed woods

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