lunes, noviembre 07, 2011

Érase una vez en la revolución


El otro día estuve viéndome ¡Agáchate, maldito!, el último spaghetti-western de Sergio Leone, realizado en 1971. Uno de esos clásicos menores que, sin tener tanto nombre como esas grandes películas que todo el mundo conoce, son también muy dignos de verse.
La historia, ambientada en los tiempos de la Revolución Mexicana, nos presenta a Juan Miranda (Rod Steiger), un escéptico bandido que forma una banda junto con su padre y sus hijos, y cuyo encuentro casual con un ex-dinamitero irlandés, John Mallory (James Coburn), le lleva a intentar convencer a éste para formar equipo y cumplir su sueño de asaltar el Banco de Mesa Verde. Sin embargo, las cosas no van a resultar como él espera y acaba viéndose implicado en la revolución.
Aunque la película es muy recomendable, con escenas memorables (el asalto a la diligencia, la masacre del puente o el diálogo sobre la revolución que sigue al asalto al banco), dos actores en estado de gracia y una banda sonora maravillosa a cargo, una vez más, del gran Ennio Morricone, no pueden obviarse sin embargo algunos defectos. El principal, sin duda, es que tras una primera mitad de película colosal (a la altura, si no por encima, de los grandes clásicos de Leone), tras el asalto al banco la aventura pierde fuelle por cuanto la motivación de los protagonistas no está clara y más que ir tras un objetivo se dejan llevar por los vaivenes de la revolución. No es que eso impida que todavía haya grandes momentos, pero la película se alarga en exceso y va perdiendo el interés hasta culminar en un final bastante anticlimático.

Quizá influyeran en este acabado imperfecto algunos problemas que afectaron a la producción antes y después del rodaje.
Para empezar, Leone estaba ya harto del género y no tenía ninguna intención de ponerse tras la cámara en esta ocasión, prefiriendo limitarse a labores de guión y producción; pero Peter Bogdanovich abandonó el proyecto, no se llegó a un acuerdo con Sam Peckinpah y, tras diez días de rodaje, los actores se negaron a seguir trabajando a las órdenes de Giancarlo Santi, habitual ayudante de Leone al que éste había puesto finalmente al mando, obligando a su jefe a tomar finalmente el mando en persona.
También el cierre del reparto tuvo sus complicaciones. Para el papel de John Mallory Leone quería a Clint Eastwood, pero éste lo rechazó porque prefería dejar atrás su etapa italiana; George Lazenby también lo rechazó; Jason Robards fue finalmente el elegido, pero el estudio americano que coproducía, United Artists, decidió que no era una estrella lo suficientemente importante para el papel y finalmente acabó por sustituírle por James Coburn. Por su parte, para el papel de Juan Miranda Leone quería a Eli Wallach, al que convenció para que dejara la película que iba a rodar con Jean-Paul Belmondo para protagonizar ésta; sin embargo el estudio no lo quería y ya había firmado a Rod Steiger, lo que resultaría en una demanda por parte de Wallach. Todo hay que decirlo, aunque no eran los elegidos de Leone, tanto Coburn como Steiger están estupendos en sus papeles.

Los problemas proseguirían después de su realización. En México fue prohibida hasta 1979 por ser poco respetuosa con la revolución. También se realizaron diferentes montajes, sin duda intentando reducir la muy larga duración de la película, aunque sin llegar a la mutilación que los estudios americanos realizarían años después con el último trabajo de Leone, Érase una vez en América.
Tampoco ha ayudado a su reconocimiento el que la película se exhibiera con multitud de títulos: se han utilizado tres en inglés, y hasta seis en español (Agacha la cabeza, ¡Agáchate tonto!, Los Héroes de Mesa Verde, Por Un Puñado de Dinamita y Érase una vez la Revolución, además del ya citado ¡Agáchate maldito!).
En fin, una buena película repleta de grandes momentos y buenas ideas. Tal vez le hubiese faltado una reescritura más al guión para ser una obra maestra, pero igualmente es muy disfrutable. Especialmente la primera hora y media de película. Que no es poco.
GENIÓMETRO: 4/5 grouchos

1 comentario:

Fernando Siles dijo...

Peliculón!!! Lástima que no sea tan reconocido como otras del maestro Leone :(

Saludetes