miércoles, septiembre 14, 2016

Algo pasa con Archie (parte 3 y final)


Habíamos dejado a Archie recuperando el terreno perdido en el mercado cuando de repente, y en un plazo de tiempo muy corto, la editorial perdía a los que habían dirigido su rumbo durante dos décadas. Richard Goldwater fallecía en 2007, y Michael Silberkleit lo hacía en 2008. Esto daría inicio a un largo periodo de demandas y batallas internas por el control de la compañía entre los herederos, tanto entre los posibles herederos de cada uno como de éstos entre sí. En principio (tras unas cuantas demandas y acuerdos extrajudiciales) les sucederían al frente de la compañía Jonathan Goldwater (hermanastro de Richard), que se encargaría de las publicaciones, y Nancy Silberkleit (viuda de Michael), que se encargaría del material educativo y los proyectos teatrales. Pero la convivencia no ha sido plácida, y en 2011 estalló en una serie de demandas cruzadas. Resumir este culebrón es imposible, pero aquí van unos cuantos fragmentos: Silberkleit fue demandada por acoso por varios empleados; luego por Goldwater por perjudicar los intereses de la compañía; ella contraatacó a su vez con demandas por difamación, sosteniendo que Goldwater quería librarse de ella para poder vender la compañía, algo a lo que ella se opone; luego acabó siendo condenada por saltarse una orden judicial que la impedía cautelarmente entrar a las oficinas de Archie; para poder seguir trabajando contrataron a un mediador, pero Silberkleit acabaría también demandando al mediador; varias empleadas demandarían por acoso a los empleados que habían demandado por acoso a Silberkleit... Si algún día alguien escribe un libro sobre esto, va a ser más entretenido e imprevisible que Dinastía o Falcon Crest.

Sin embargo, esta inestabilidad corporativa no afectaría en absoluto a su producción, que de hecho entraría en uno de los mejores momentos creativos de su historia. Jonathan Goldwater decidió que la editorial debía dejar atrás su imagen conservadora y atreverse a cruzar líneas que hasta entonces no se habían cruzado. Por ejemplo, por vez primera jugaron con la posibilidad de hacer evolucionar a los personajes, de hacerles crecer y que siguieran con su vida más allá del instituto.
Por supuesto, no era una idea nueva. Ya hemos visto que Kurtzman y Elder habían jugado con la idea de convertir a la panda en unos pervertidos en fecha tan temprana como 1962, y que en 2003 ya se había escrito una obra no autorizada en que Archie saldría del armario. Quizá mi versión favorita sea The last of the innocents, versión noir de los personajes realizada por Ed Brubaker y Sean Phillips como último volumen de su serie Criminal, y en la que se presentaba a unos trasuntos poco camuflados de los personajes ya como adultos, con su versión de Archie casado con su versión de Veronica y tratando de asesinarla para quedarse con su dinero. Pero la única aproximación oficial hasta entonces a explorar el futuro de los personajes había sido un mediocre telefilme realizado en 1990, y su correspondiente cómic especial de adaptación; el fracaso del film impidió la continuidad de la idea, que, aparte de tener una historia poco inspirada, resultaba un tanto deprimente (los personajes habían alcanzado cierto éxito profesional pero acumulaban fracasos personales que les impedían superar comportamientos propios de sus vidas adolescentes).

El caso es que el futuro de los personajes era foco de atención entre los seguidores y un argumento muy frecuente en las historias de fans (hay miles por internet), de modo que finalmente Archie Comics decidió volver a enfrentarse al tema. Con guión de Michael Uslan y dibujo de los veteranos y habituales de la casa Stan Goldberg y Bob Smith, en octubre de 2009 (coincidiendo con el número 600 de la serie) se inició la saga Archie marries Veronica, en que Archie tiene una ensoñación de qué pasaría si decidiese declararse a Veronica; la otra cara de la historia daría comienzo en el 603 con Archie marries Betty, cuando Archie sale de esa ensoñación y cae en otra en la que ve qué pasaría si decidiese declararse a Betty. Aunque al final de los seis números de esta doble saga la serie regresó inevitablemente al statu quo, el éxito de la historia y el eco mediático recibido convencerían a los editores de que era un tema que merecía la pena explorarse más en profundidad, y en septiembre de 2010 aparecería el primer número de una nueva colección, Life with Archie: The Married Life, con guiones de Paul Kupperberg, para desarrollar el concepto.
Pese a durar tan sólo cuatro años y estar un poco al margen del universo adolescente de Archie, la nueva colección acabaría siendo una de las mejores y más importantes series de la historia de la editorial, siendo nominada a los premios Harvey y Eisner y dando lugar a algunos de los momentos más impactantes y mediáticos del universo Archie. Life with Archie desarrollaba paralelamente dos líneas temporales similares a las desarrolladas en la saga original (aunque no exactamente las mismas: habría algunos cambios, y se partiría de un punto situado hacia la mitad de cada saga y no del final, antes de que Archie y su respectiva pareja fueran padres), con Archie casado con cada una de las chicas en cada una de las dos series. En ellas el protagonismo estaría menos centrado en Archie y más repartido entre el extenso reparto, desarrollando más las vidas de los personajes secundarios que habían quedado un tanto relegadas en la saga original, además de recuperar secundarios ignotos y realizar innumerables guiños a los setenta años anteriores de cómics de Archie. La serie devendría un tanto en culebrón, pero sabría desarrollar una visión más adulta y madura de los personajes (un Reggie menos egoísta, un Moose calmado, un Jughead trabajador y responsable que ¡incluso se casa!... y todo ello sin perder la esencia de sus personajes), e incluiría una subtrama en ambas líneas temporales que acabaría pasando a primer término cuando (OJO, SPOILER) en un inesperado giro al fantástico de los acontecimientos (pero bien preparado: hay pistas desde los primeros números), se descubriese que algunos personajes son capaces de cruzar entre universos paralelos y han estado realizando planes en ambas líneas temporales a la vez, interconectando las dos tramas aparentemente independientes. (FIN DE SPOILER) Aunque la serie perdería un tanto el rumbo tras la resolución de esta trama, volviéndose irregular, todavía daría de sí grandes momentos antes de su impactante final.
Pero antes de hablar de ello, hay que señalar que ese mismo septiembre de 2010 todavía sucedería algo más importante en el universo Archie que el estreno de una nueva y aplaudida colección: ese mismo mes, en las páginas de Veronica, el guionista y dibujante Dan Parent crearía a Kevin Keller, el primer personaje abiertamente gay de la serie. Fue un éxito inmediato, haciendo que el número se agotase y obligando a la editorial a lanzar una segunda edición de un número por vez primera en su historia (sus largas tiradas y su constante reutilización de material de archivo lo habían hecho innecesario hasta ahora). Rápidamente se convertiría en un secundario habitual en el universo Archie y uno de los favoritos de los fans. Hasta conseguiría su propia cabecera: primero una miniserie de cuatro números contando su vida antes de llegar a Riverdale, y posteriormente una serie regular que duraría quince números antes de que los cambios de rumbo de la editorial la cerrasen.
El personaje volvió al centro de los focos cuando a principios de 2012, en las páginas de Life with Archie, un Kevin adulto confirmase su matrimonio con el doctor Clay Walker. Sería la primera boda entre personajes del mismo sexo que se veía en un cómic mainstream, adelantándose por unos meses a la de Northstar en las páginas de Astonishing X-Men, y resultaba un shock que ocurriera en una editorial cuyos títulos solían estar destinados a un público infantil. Una asociación de madres llegó a amenazar con un boicot a la cadena de jugueterías Toys'R'Us si no dejaban de vender el cómic, pero el incidente acabó resultando en mayor atención mediática y que de nuevo se agotase la tirada.
Fue por esa época cuando el dibujante italiano Francesco Francavilla realizaría una portada alternativa para un número de Life with Archie en la que, a modo de broma, se veía a los miembros de la panda transformados en zombies. La portada fue lo suficientemente impactante como para llamar la atención de Roberto Aguirre-Sacasa, que decidió que aquella idea era demasiado buena como para que no existiese un cómic que la desarrollase. Aguirre-Sacasa ya se había cruzado en el camino de Archie antes, había sido el autor de aquella obra de teatro en que un Archie adulto salía del armario que había provocado las amenazas de la editorial en 2003, pero desde entonces había crecido convirtiéndose en un premiado dramaturgo, escritor de musicales, guionista de comics (escribió para Marvel durante muchos años, especialmente Los 4 Fantásticos) y TV (fue uno de los escritores de Glee a partir de la tercera temporada). Aguirre-Sacasa aprovechó que Archie Comics le había encargado el guión para su crossover Archie meets Glee para plantearles su idea de hacer una serie de zombies en el universo de Archie, y de este modo nació Afterlife with Archie, con el propio Francavilla al dibujo. La serie tendría tanto éxito que al año siguiente se crearía una segunda serie de horror ambientada en el universo Archie, Chilling adventures of Sabrina, y Aguirre-Sacasa sería nombrado jefe creativo de la editorial. Las series siguen publicándose, en el seno de un subsello llamado Archie Horror.
Archie había recuperado la atención de los medios y el respeto de los aficionados, que no podían evitar emocionarse ante las nuevas sorpresas que la editorial sacaba constantemente: nuevas situaciones, como el breve romance de Archie con Valerie, la bajista de las Pussycats, su primera pareja de color, y cuyo éxito haría que se llevase al extremo con la saga Archie marries Valerie (que, como las de Betty y Veronica, era una ensoñacion); nuevos personajes entrañables como Harper Lodge, la prima de Verónica, que en 2014 se convertiría en el primer personaje en silla de ruedas del universo Archie; o nuevos crossovers bizarros, como Archie meets Kiss, Archie vs Predator, Archie vs Sharknado o Archie meets Ramones. Pero su afán de renovación no paraba en lo creativo. En 2011 Archie Comics se convirtió en la primera editorial mainstream en hacer disponible todas sus novedades de manera digital el mismo día de lanzamiento, adelantándose cinco meses a DC y once a Marvel. Y al año siguiente lanzarían un modelo de suscripción al estilo Netflix con el que, ya de paso, tratarían de relanzar Red Circle, su linea de superhéroes, prácticamente abandonada desde los 80 (de hecho se había llegado a ceder los derechos de los personajes a DC, aunque en esta editorial tampoco tuvieron demasiado éxito), y que volvería en formato digital hasta 2014, en que se transformaría en Black Circle y volvería a publicarse en papel.
Pero el afán de renovación de la editorial finalmente tendría que afrontar el problema de que una serie como Archie, publicada ininterrumpidamente desde 1942, tenía demasiada historia detrás, y quizá había llegado el momento de reiniciarla para beneficio de nuevos lectores, como Marvel y DC habían reiniciado (varias veces ya) sus líneas de personajes. De modo que la editorial fue poco a poco preparando el terreno, cerrando poco a poco sus series en preparación del nuevo lanzamiento, e incluso concluyendo sus tramas: Betty & Veronica, por ejemplo, se cerraba con las dos chicas marchándose de Riverdale. Pero el cierre más llamativo fue la muerte de Archie, ocurrida en julio de 2014 en las páginas (¡otra vez!) de Life with Archie, en que el pelirrojo favorito de América fallecía salvando a su amigo Kevin, recién elegido senador, de un intento de asesinato. Como ocurriera con la muerte de Superman, el fin de un personaje tan icónico supondría un fenómeno mediático, apareciendo en los titulares de los informativos y las portadas de los periódicos, y supondría todo un éxito de ventas.
Y entonces, en 2015, llegaría el Nuevo Riverdale. Tras cerrar en junio la colección de Archie en su número 666, en julio aparecería el primer número de su segundo volumen, una nueva presentación del personaje desde cero, con ambientación moderna y un dibujo más realista que rompía con los cánones estéticos a lo Montana o DeCarlo que habían dominado la editorial desde siempre. Con guiones de Mark Waid (que sabe respetar la esencia original del personaje) y con Fiona Staples al dibujo durante los tres primeros números (después de eso volvió a Saga, pero de entrada le tocó a ella rediseñar el universo Archie), el reboot ha sido muy bien acogido por crítica y público, y a estas alturas ya se puede decir que ha sido un acierto.
De todas formas, el Nuevo Riverdale no ha estado libre de polémicas. Poco antes de lanzar su nueva línea, la editorial trató de recaudar dinero con un crowdfunding para editar tres series adicionales, medida que fue muy criticada, especialmente viniendo de una editorial cuyos títulos eran un éxito. Posteriormente se supo que la editorial había llegado a un acuerdo para distribuir sus comics en Walmart, pero que la inversión necesaria para las tiradas tan grandes que exige una cadena de tiendas tan extendida habían dejado a la editorial temporalmente sin la liquidez para lanzar esas nuevas series. Al final, las tres series (las versiones del Nuevo Riverdale de Jughead y Betty & Veronica; y Life with Kevin, proyecto de Dan Parent centrado en un Kevin adulto que deja Riverdale para ir a trabajar a la gran ciudad) han acabado apareciendo, aunque sus lanzamientos han sido escalonados y, en el caso de Life with Kevin, relegado a un formato digital. Está prevista este mes la publicación de la cuarta serie del Nuevo Riverdale, que será el reboot de Josie and the Pussycats.

Archie se encuentra, pues, en uno de los mejores momentos de su larga trayectoria. Y su popularidad podría ir a más: para el año que viene está previsto en el canal The CW el estreno de Riverdale, una serie de TV de acción real que adaptaría el universo de Archie, con guiones de Aguirre-Sacasa. Parece que corren buenos tiempos para la editorial. Un buen momento para que Archie sea publicado por vez primera en España: de la mano de Norma Editorial, el primer tomo de las aventuras del nuevo Archie llegará a las tiendas en octubre. Una buena noticia.
(Aunque personalmente me gusta más la serie de Jughead. Chip Zdarsky está inspiradísimo.)